Los embarazos y cambios de peso producen flacidez de los tejidos de los genitales y con ello el capuchón del clítoris puede descender y adquirir un aspecto flácido. Por medio de una cirugía mínimamente invasiva puede reposicionarse el capuchón, resecar el exceso de piel y entregar un aspecto más juvenil que mejora la apreciación personal y la calidad de vida sexual.