Muchas veces después de la lactancia los pezones quedan más grandes de lo que se quisiera y constituye un problema para usar prendas ajustadas o trajes de baño. Otras veces existen pezones que no protruyen en forma adecuada y generan molestias de higiene o simplemente de aspecto. Existen técnicas quirúrgicas menos invasivas que corrigen estos defectos con cicatrices prácticamente imperceptibles.